La estadística es tu rostro

Florensa, García, Jolonch, Larrosa… Aún puedo verlas. Han pasado décadas. Conocí otras aulas, más rostros, nuevos escenarios, pero aún permanece en mi memoria aquella clase de EGB. Era un colegio de luz y jardines en el barrio de Sant Martí de Barcelona. Un entorno amable, con más complicidad que castigos, muchas celebraciones y horas de encendidos debates: aborto, relaciones prematrimoniales, homosexualidad…

Los nuevos efluvios se colaban por las ventanas de aquella aula. Un ‘collage’ de Teología de la liberación, Nova Cançó y unicornios a la vuelta de la esquina. Fuimos la primera generación que decoró los muros de la escuela. Brochazos de paz y amor universal.

Mallafré, Martínez, Pesquer, Planells, Pujolriu… Aún recuerdo sus apellidos. Todas niñas, 42 alumnas. Estaba la que cantaba Cerecitas rojas en cada festividad, la que no paraba quieta en la silla, la que siempre acababa expulsada por hablar, la que inundaba pupitres ajenos con su melena larguísima, las dos amigas inseparables que se escabullían por los pasillos… Rodés, Sendrós, Simó, Vallés, Villar… Bata verde y chándal azul marino. Profesoras que inoculaban el amor a la literatura y el poder del arte. Un futuro por conquistar.

Un 6,7% de las mujeres residentes en España que tienen entre 16 y 74 han sufrido, en algún momento de su vida, violencia sexual. Un 12,7%, violencia física. Un 27,8%, violencia psicológica. Y, hasta un 28,7%, algún tipo de violencia en la pareja. La violencia machista atraviesa todos los estratos socioculturales y afecta a todas las edades. A todas.

Sendrós, Simó, Vallés, Villar… A menudo, cuando los titulares se tiñen de duelo, regreso con mi memoria a esa aula de la infancia. Uno a uno, repaso los rostros sonrientes y la ingenuidad del momento. Me obligo a mirarlos y es importante hacerlo. 42 alumnas. Más de 800 en toda la escuela. ¿A cuántas? ¿A quiénes habrá alcanzado la zarpa?

La estadística no son números para arrojarse a la cabeza. No son dardos en manos de negacionistas o racistas. Son ellas. Somos todas. n