Una profesional del sector del lujo a quien la vida puso a prueba

«Volví a nacer, pero, al final, gané más que perdí porque ahora me permite valorar el día a día. Valorar la familia que tengo, los amigos que tengo y que hay que ser feliz en cada momento. Por eso también me presento, aunque tenga trabajo en Madrid». La historia de Carolina es dura, pero la relata con la entereza de quien extrae el lado bueno de las cosas. 

El día que volvió a nacer

«Mi segundo cumpleaños es el 21 de marzo. Ese día, volviendo de Fallas en 2015, cuando tenía 21 años, el coche me hizo aquaplanning. Me rompí muchos huesos. Brazo, pelvis, los dos fémures... fue mucho tiempo de dolor, de recuperación, de silla de ruedas y de pensar que hoy estás y mañana no».

Conoce a las candidatas a Fallera Mayor de València: la historia de cada una

El relato y las cicatrices dan paso a la fallera mayor 2024 y candidata 2025 de Molinell-Alboraia. «La falla de la que mi abuelo, Sebastián Rueda, fue uno de los fundadores. He crecido en el casal y no entiendo otro lugar para estar. He ido al colegio de al lado, el Pío XII y mi vida ha sido ahí, en el barrio». 

Yendo y viniendo en el año de fallera mayor, porque aquel infausto viaje a Madrid era uno de muchos. «Desde que empecé la carrera me fui a Madrid. Hice el doble grado de ADE y Derecho y ahora estoy trabajando allí». 

En un trabajo que suena postinero. «Soy Cordinadora de Compensación y Beneficios, dentro del departamento de Recursos Humanos en una multinacional del sector del lujo. Llevamos las variables de los empleados, nóminas, beneficios, analizar el desarrollo del talento y cómo se puede remunerar. Los bonus, comisiones, incentivos, beneficios... que marcan la diferencia». Resulta tentador no preguntar de qué lujo se trata. «Si. Louis Vuitton». 

Memoria Gráfica de las Preselecciones del 12 de julio

Ver galería

Vida profesional intensa

Para el año de fallera mayor, «este año he estado yendo y viniendo y siendo la más feliz del mundo. También tenemos teletrabajo y he hecho «findes» largos. Las he vivido perfectamente». Lleva «cuatro años» en la casa y a pesar de ello, de estar así de encauzadita, la Fonteta la espera. «Si, si. Al final el trabajo es muy importante y me ha preocupado y ocupado mucho, pero esto es mi vida personal, la ilusión de toda la vida. Trabajo siempre va a haber. No pienso para nada en dejarlo, pero también quiero ser feliz en lo personal. Llevo una vida muy intensa. Estuve tres años en una auditoría y de ahí pasé a Recursos Humanos. He estado seis meses en Estados Unidos y desde mi empresa llevamos seis países. El trabajo me ha permitido viajar a Grecia, Marruecos, Turquía...». 

La fallera que pasará su inspección de trabajo... pero luego las hará ella

La fallera que presidió 150 años de vida como premio a sus cuatro generaciones

La odontóloga que se venía desde París cada fin de semana para ser fallera mayor

Ida y vuelta en su periplo infantil

Fue fallera mayor infantil en 2006 continuando la historia de ida y vuelta: «fue un año increíble y estuve muy bien acompañada. Mi fallera mayor y mi presidente eran pareja y ahora, siendo yo fallera mayor adulta, he tenido de presidente al hijo de ambos». 

Ahora tendrá 73 compañeras en la carrera por un puesto de honor. Si preguntan, ya hay contestación. No: no tiene acceso a muestras gratuitas. «Ojalá fuera tan fácil. Si yo quiero uno, también me lo tengo que comprar». A cambio, les podrá contar un relato cargado de ganas de vivir.