CANDIDATAS A FALLERA MAYOR DE VALÈNCIA 2025

Fallera mayor rodeada por dos presidentes llamados papá y mamá

Carolina Torres Gámez

Falla Mestre Arambul Sanz-Campanar

24 años

Carolina Torres presenta su candidatura con la titulación de abogada recién sacada del horno y con una demostrable trayectoria fallera de toda la vida.

CAMPANAR. Carolina Torres Gamez (Mestre Arambul Sanz Capanar)   copia

CAMPANAR. Carolina Torres Gamez (Mestre Arambul Sanz Capanar) copia / Fotofilmax

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

De entre las muchas singularidades que puede mostrar una candidata, la de Carolina Torres tiene su miga: ser fallera mayor acompañada de dos presidentes que son pareja y que además son... sus padres. «Somos una familia muy comprometida, de verdad. Y lo tenemos que ser con Arambul porque es la comisión que fundó mi «iaio», Pepe Gámez. Lógicamente, toda mi familia es de la comisión. Mi primera Ofrenda fue con nueve meses, fui fallera mayor infantil en 2009 y detrás han ido mis primas. Este año éramos tres para prepararnos, vestirnos... pensaba que habría muchas discusiones o de nervios, ya sabes, por las prisas y esas cosas pero no, todo lo contrario. Ha sido un año excepcional. Jamás imaginé que nos pasaría y que fuera tan bonito». 

Carolina Torres con sus padres presidentes

Carolina Torres con sus padres presidentes / Falla Arambul

Carolina Torres, aupada en la Crida, con el estandarte de su falla

Carolina Torres, aupada en la Crida, con el estandarte de su falla / Robert Rausell

Carolina Torres, en su exaltación con su infantil

Carolina Torres, en su exaltación con su infantil / Falla Arambul

Campanar cien por cien

¿Elección sorpresa o planificada? «En mi falla va por antigüedad. Claro, yo tengo 24 años, pero es que me venía muy bien porque acababa el máster, el examen era en junio... me adelanté las prácticas, el TFM lo hice en verano... y tenía mucha ilusión por serlo. Además, quería que mi abuela lo pudiera vivir, cosa que ha conseguido». Carolina vive y da lustre a su barrio. «Mi familia siempre han sido de Campanar. Mis abuelos vivían en una de las plantas bajas del caminito que te lleva a la plaza de la iglesia, detrás de lo que ahora es nuestro casal. Yo vivía en otro barrio, pero mi vida era en Campanar. Colegio, amigos, falla... estudié en el colegio y en el instituto de Campanar».

Con el máster de abogacía recién finalizado

En lo profesional «ya soy abogada». Acaba de terminar el máster y el examen de abogacía «y este año lo he compaginado trabajando de monitora de comedor en el colegio San Pedro Pascual». La forma de ir pagando gastitos. Y a partir de ahora, «quiero especializarme y me interesa mucho el derecho laboral y el de familia. Quiero ser abogada de familia o laboralista». Da la sensación que le tira más lo primero. «Hice las prácticas en un despacho de Familia, en Palmira Trelis, y me fascinó. Me pareció apasionante. No todo son divorcios. Hay temas muy variados. Vivienda, divorcios, custodia de niños, de mascotas...».

Es la primera y quizá no la última. «Soy el caso raro. Mi padre es taxista y mi madre trabaja en Recursos Humanos. Nadie había sido nada en el mundo del derecho. Mi hermana ha terminado Criminología y ahora va a hacer dos años porque le ha llamado la atención a partir de mí». Con lo que igual hay un Torres & Torres Abogados. «Queda perfecto». Para el TFM «colaboré con una entidad jurídica, el Casal de la Pau, pensando en cómo incentivar el programa Pro Bono del Colegio de Abogados». 

Verano de ida y vuelta

Y aún tiene más cosas previstas. «este año me he inscrito para hacer un curso de Mediación y uno de Extranjería». Son en octubre, cuando todo se desvele el pleito de la Fonteta. «Soy muy viajera. Siempre me preparo vuelos buscando ofertas para ir a un sitio o a otro». En el programa de agosto tenía, sucesivamente, Ibiza, Cantabria, Ibiza otra vez («es que mi pareja es de allí») y la costa italiana. Para cuando regrese y se adapta al jet lag le espera la posibilidad de otro viaje. Éste, espectacular para una fallera.