Una vida fallera marcada por una mano inocente y una vara recién pintada

La historia de María Alapont es la del efecto mariposa. Si Olga Lahuerta, fallera mayor de 2023, hubiese desplazado cuanto apenas un centímetro su dedo y hubiese elegido otro papelito, no habría sido fallera mayor y no habría sido preseleccionada este año. Pero sucedió y le estará «eternamente agradecida». «En mi falla te apuntas y si hay más de una, ponen tu nombre en una urna y elige la fallera mayor saliente. Y si no sales, tienes en tal caso preferencia para el siguiente. Éramos dos, otra chica y yo. Y salió mi nombre».

Y Elena, la otra candidata es la fallera mayor 2025, con lo que todo el mundo es feliz. Para María era el premio a la constancia «porque llevaba esperando cuatro años. Ya quería en 2021, pero ya sabes todo lo que pasó y en mi comisión hubo fallera mayor de tres ejercicios y el año pasado le tocaba a Olga». Llegó cuando llegó y ahora tiene una Fonteta compartida con la infantil, Ainhoa. 

Conoce a las candidatas a Fallera Mayor de València: la historia de cada una

Memoria Gráfica de las Preselecciones del 7 de julio: Zaidía y Malvarrosa-Cabanyal-Beteró

Ver galería

El "sopar de la punxà" reúne a las candidatas a Fallera Mayor de València 2025

Ver galería

La firma de mamá

Un tatuaje convierte en tinta la firma de su madre. «Porque todos los artistas firman sus obras». Ella, en lo profesional, está aún en periodo de siembra. Forma parte del amplio grupo de educadoras. Pero en este caso con razones más que demostradas. «Soy profesora de Educación Primaria con especialidad en Inglés y también en Infantil». Todo el espectro de edades. A la espera de consolidar el futuro. «Me presenté a estas últimas oposiciones pero como quería disfrutar de mi año de fallera mayor, las dejé un poco a medio gas. Ahora mismo estoy en la bolsa y preparándome las oposiciones de dentro de dos años».

No pierde el tiempo: «he empezado una nueva especialidad de primaria, la de Audición y Lenguaje». Mientras, trabaja de monitora de comedor en un colegio de la Malvarrosa «en mi cole de cuando yo era pequeña» y, por si faltan horas al día, «soy monitora de tiempo libre y monitora scout de la parroquia de Los Ángeles. De hecho volví del campamento por la Batalla de Flores». En resumidas cuentas... «¿verdad que me apasionan los niños?». 

Estrenó la condición de fallera adulta en Ingeniero Manuel Maese después de haber sido infantil a tiro de piedra, en Malvarrosa «y me sigo llevando genial con ellos». 

Profesional en el milagro de la vida... aunque ella se tomó con calma la llegada

Una logopeda dedicada a pronunciar la palabra fallera a base de pedirlo en casa

El trono y el amor

«No llegué a ser fallera mayor infantil. Uno de esos sueños que faltaban por cumplir». Pero en 2024 encontró el trono de su falla... y el amor más fallero. «Te lo cuento. Este año he conocido a mi pareja... que es mi artista fallero. El ayudante de Álvaro Guija». Pero el «cómo empezó todo» aún es mejor: «Cuando estaban montando la falla se me acercó y me dijo «toma, seca esta varita que está recien pintada» y uno de los chicos de la comisión me dijo «oye, éste está ligando contigo...»». Y ahí siguen, esperando la próxima plantà. Otra cosa es que la visita sea vista y no vista porque tenga muchos compromisos al estar la corte de honor o ser fallera mayor de València. Quizá otro aleteo de mariposa lo propicia.