Jair Amador: el fichaje frustrado

El encuentro que disputarán este sábado Zaragoza y Levante es de los más atractivos de la jornada en Segunda División. Dos equipos que aspiran a navegar por la parte alta de la tabla, movidos por las energías renovadas de sus nuevos y ambiciosos proyectos y que sueñan, de una vez por todas, con vivir un año ilusionante que se traduzca en ascenso a Primera.

Ambos conjuntos presumen de tener futbolistas interesantes dentro de la categoría de plata, como es el caso de Carlos Álvarez, Vicente Iborra o Pablo Martínez en el bando levantinista, al igual que Marc Aguado, Dani Tasende o Iván Calero en el lado maño. Sin embargo, la plantilla del Zaragoza podría haber sufrido cambios en los últimos días del mercado de fichajes solventando un inconveniente en el Ciutat: un cuarto central que habría fortalecido la defensa granota. Dicha pieza tiene nombre y apellidos y estuvo bien marcada en rojo en la agenda de la dirección deportiva, pero las exigencias alimentadas por las últimas horas de la ventana de transferencias truncaron el acuerdo.

Jair Amador acudirá este sábado a La Romareda semanas después de haber vividos días de elevada intensidad en lo que a su futuro se refiere. Aterrizado en el conjunto maño en el verano de 2020, el procedente de Sao Jorge de Arroios recibió la llamada del Levante para cerrar la defensa y aumentar la competencia en una línea que, en los últimos días de mercado de fichajes, era prioritaria para la dirección deportiva y el cuerpo técnico. De hecho, la opción de aterrizar en el Ciutat de València, tal y como pudo saber Superdeporte, fue la que más le sedujo en medio de las posibilidades que tuvo sobre la mesa: varias ‘novias’ en la actual LaLiga Hypermotion, algunos Primeras del extranjero… y la del Levante. Su preferencia por tres motivos: equipo que iba a pelear por estar en la zona privilegiada de la clasificación, propuesta que encajaba con sus características como central, filosofía de club que era de su agrado y, sobre todo, por ser una institución que conocía de primera mano. Pese a ello, su deseo de reencontrarse con el Levante quedó en vano.

Una falta de acuerdo entre el propio Jair Amador y el Zaragoza para rescindir un contrato que acaba en 2025, sumado al final de mercado en Orriols en el que se tuvieron que hacer malabares con tal de inscribir a la totalidad de la plantilla ante la falta de traspasos, truncaron un visto bueno en el que las partes interesadas quisieron unir sus caminos a toda costa. Su llegada al Ciutat de València, es más, hubiera sumado un recurso que conoce el club después de haber desarrollado sus virtudes dentro del filial levantinista. Vistió la elástica del Levante durante la temporada 15/16 y fue indiscutible para Miguel Ángel Villafaina, perdiéndose solamente dos partidos y jugando la totalidad de los minutos en el resto. De hecho, su paso por Buñol le sirvió para dar el salto al fútbol profesional de la mano del Huesca. Ocho años después de finalizar su etapa como granota, Miñambres, tras el cierre del mercado, lamentó lo que se convirtió en un fichaje frustrado. «Sí, Jair Amador era el jugador elegido para ocupar la posición central. Cualquier plantilla que coges están descompasadas. Nos hubiera gustado conseguir un central más. Tenemos tres e Iborra que puede jugar de central. En otra situación económica podríamos haber incorporado un central más. Me hubiera gustado un central mas para tener los cuatro fijos». Pese a ello, lanzó un mensaje con tintes de esperanza. En lo económico estoy triste, pero en lo deportivo estoy contento. Tengo tranquilidad con los jugadores, mister y afición. Yo estoy mucho más feliz por lo que tengo que por lo que he dejado de tener. Tenemos muy buenos jugadores», comentó el director deportivo en rueda de prensa.